Formada por la epidermis y la capa córnea de la piel, esta barrera física, química y biológica regula la pérdida de agua y la entrada y salida de sustancias a través de la piel.

La integridad de la barrera cutánea es esencial para evitar la deshidratación y conservar la buena salud del tejido cutáneo. Su deterioro puede conducir a una variedad de inconvenientes e inesteticismos como sequedad, irritación, picor e incluso afecciones más importantes como eccemas, hiperpigmentaciones, vascularidad dilatada y más…
¿Por qué es tan importante la barrera cutánea? Podría decirse que es como un muro de ladrillo que actúa como primera línea de defensa de la piel contra el mundo exterior. Los ladrillos (las células) se unen con el cemento (los lípidos y proteínas) para crear un muro (la barrera), cuya función principal es proteger de los diferentes patógenos, a la vez que equilibra los niveles de humedad de la piel.
Una BC saludable es aquella que está íntegra, hidratada y equilibrada. Esto significa que la epidermis y la capa córnea están en buen estado y funcionando correctamente, evitando la pérdida excesiva de agua y protegiendo a la piel de los agentes externos. Cuando la barrera de la piel está sana, su aspecto es limpio y luminoso, sin demasiadas imperfecciones, rojeces ni exceso de grasa.
La BC dañada, por su parte, presenta algunas características que indican su mal estado: sequedad, descamación, enrojecimiento, irritación y picazón. Además, puede haber una pérdida excesiva de agua, lo que hace que la piel se sienta áspera y tirante. Motivos por los cuales la piel puede volverse sensible y por ende vulnerable a la entrada de microorganismos.
¿Qué situaciones/factores dañan a la BC?
Aquí hay que tener en cuenta tanto los factores externos como los internos. Entre ellos podemos citar una dieta pobre en antioxidantes, la contaminación ambiental, la radiación solar, el tabaco, el clima, el estrés; también los productos para la higiene que despojan a la piel de su grasa natural, el uso excesivo de exfoliantes (físicos, químicos), exagerar el uso de cosméticos y por supuesto la deficiencia de filagrina (proteína filamentosa que se origina en la epidermis).
Ahora bien…. ¿Se puede reparar la BC si está dañada?
Sí, es posible. La piel es un órgano dinámico que se regenera constantemente y es capaz de recuperarse y repararse en cierta medida. Sin embargo, esto dependerá del grado de daño que presente la piel y de la causa subyacente del problema.
Si el daño es leve, puede ser suficiente con seguir una rutina de cuidado adecuada. Ésta deberá incluir una higiene suave, descongestión, protección solar e hidratación con productos tópicos que contengan ingredientes que ayuden a reparar la BC, como por ejemplo, los Antioxidantes, Ceramidas, el D-Pantenol, el Ácido hialurónico, extractos vegetales como el Bisabolol, etc.
Vital Blue ofrece dos productos de uso diario, en gabinete o en domicilio que cumplen perfectamente con este cometido:
TriPAB Booster: El Bisabolol aplicado tópicamente inhibe las citoquinas proinflamatorias por ende reduce la inflamación e irritación de la piel. En tanto que el D-Pantenol actúa como un humectante, lo que significa que tiene la capacidad de atraer y retener agua en la piel. El arándano importante antioxidante y descongestivo, se conjuga con los otros dos activos y forman el aliado perfecto para mejorar la función barrera

Flash Antiage: Ampolla concentrada de arándanos – Regenerador profundo del tejido. Esta fórmula de alto poder antioxidante, aporta lo necesario para la recuperación de pieles dañadas. Estimula la microcirculación. Repara capilares. Estimula y reestructura el tejido de sostén. Estimula la síntesis de glicosaminoglicanos. Limita la acción de los radicales libres, luego de una agresión (ácidos, sol, etc).

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