Hace unos años la respuesta a que el “ADN no posee toda la información necesaria para la creación de nueva vida” y que las variaciones en el ambiente pueden controlar o modular gran parte de la genética completando así los elementos que conforman un ser humano, fue dada gracias a la Epigenética.
Esta teoría revolucionaria dentro de la biología y la medicina se enfoca en las modificaciones heredables en la función de los genes que no implican un cambio en la secuencia de ADN subyacente. Los cambios epigenéticos pueden ser causados por una variedad de factores como la edad, entorno, estilo de vida y las enfermedades. Incluyen modificaciones químicas del ADN, como la metilación del ADN, y de las proteínas que se unen al ADN, llamadas histonas. Estas modificaciones pueden cambiar la estructura de la cromatina, que es la forma en que el ADN está organizado en el núcleo de la célula, lo que puede influir en la actividad de los genes, activando o desactivándolos.
Feedback entre los genes y el ambiente
El término “epigenético” proviene de las palabras griegas “epi-“, que significa “encima” o “además de”, y “genético“, que se refiere a los genes. Por lo tanto, la epigenética indica cambios por “encima” o “además de” la genética.
Los estudios que llevaron al desarrollo de este innovador conocimiento mostraron que, en la construcción de la vida, los genes trabajan en una ida y vuelta continua con el medio ambiente asimilando y nutriéndose de todo el ecosistema, conformando así un todo. Por lo tanto, este entorno externo puede cambiar la manera en que se manifiesten o no los genes haciendo que la información que tenemos desde que nacemos, de alguna manera se modifique, lo que podría variar algunas de las condiciones a las que estábamos ya destinados o predeterminados a desarrollar. Si pensamos que alrededor de 30 % es herencia genética y un 70 % del ser humano lo dan los factores externos y la Epigenética, entender el funcionamiento de esta ciencia y la posibilidad de que los genes se puedan activar o desactivar sin alterar su código genético es una realidad: Hoy sabemos que esto es posible. Los podemos cambiar, prendiendo y apagándolos como a un interruptor, sin modificarlos.
Modulando la expresión genética
La relación entre la epigenética y la cosmética es fascinante y está en constante evolución debido al crecimiento del interés por la generación de nuevas terapias y herramientas médico-estéticas para prolongar la juventud y salud de la piel. Los cambios en la expresión génica que son influenciados por factores ambientales y de estilo de vida, y que pueden tener un impacto significativo en nuestra apariencia física, son los de mayor desarrollo y aplicación.
En un sentido amplio, la epigenética y la cosmética están conectadas por su enfoque común en la salud y la belleza de la piel, buscando activar los mecanismos de regeneración celular, así como normalizar la síntesis de proteínas encargadas de conferir la turgencia y elasticidad de la piel, las cuales se van perdiendo con el paso del tiempo, para así recuperar parte de su juventud.
Estudios científicos en esta materia han revelado que factores como la dieta, el estrés, la exposición a toxinas y los patrones de sueño pueden afectar la expresión génica relacionada con la salud de la piel. Por ejemplo, han demostrado que el estrés puede activar genes asociados con la inflamación y el envejecimiento prematuro de la piel, aparición de arrugas, manchas y otros signos visibles de envejecimiento.
Así mismo se están investigando ingredientes cosméticos que puedan influir en la metilación del ADN o en la modificación de las histonas, procesos epigenéticos que regulan la expresión génica. Vemos en el mercado líneas que actúan en este sentido desarrollando formulaciones muy efectivas que incluyen, por ej. Resveratrol, las cuales actúan sobre las proteínas que mantienen saludables los telómeros, ayudando a revertir los cambios epigenéticos asociados con el envejecimiento y otros problemas de la piel, restaurando así una apariencia más juvenil y saludable.
Además, la epigenética también está influyendo en la forma en que se desarrollan y comercializan los productos cosméticos. Cada vez más, las empresas están utilizando la investigación epigenética para identificar biomarcadores de envejecimiento y otros problemas de la piel, permitiéndoles desarrollar productos más personalizados y efectivos.
La cosmética epigenética nos lleva un paso más allá proporcionando una visión más amplia e innovadora del antiguo concepto del tratamiento dermatocosmético, diseñando un mix de principios activos que aspiran a influir sobre los genes, para mantenerlos óptimos y saludables, logrando así manifestar pieles jóvenes, por mucho más tiempo, como también nos brinda la posibilidad de ofrecer tratamientos integrales, novedosos y muchísimo más eficaces, combatir el envejecimiento cutáneo de origen, y corregir sus efectos visibles de manera totalmente personalizada a las características de cada individuo, y a cada momento de la vida de su piel. Bienvenidos sean!!!
Lic. María Alejandra Fraser
Especialista en Comunicación, Imagen y MKT del negocio Estético